domingo, 15 de noviembre de 2009

ESTUDIANDO LA ASUNCIÓN DE MARIA A LOS CIELOS.

-Podemos decir que este dogma es la culminación de todos los demás dogmas marianos, y es que en efecto, todos los dogmas marianos estan relacionados de forma que uno es consecuencia directa de otro, empezando por el de la maternidad divina de Maria, hasta llegar a la Asunción todos están relacionados, la Madre de Dios, debía ser solamente de él, por eso tenía ser Virgen, el Santuario que llevará a Cristo , segunda persona de la Trinidad, debía de ser sin mancha pues Dios no se une a nada manchado, y al no tener mancha su cuerpo no debería ver corrupción, por eso fue asunta al cielo y coronada alli como Reina, por ser la madre del Rey.



-Si bien es cierto que el dogma de la asunción es un dogma lógico y que sale como conclusión de los otros 3, es uno de los más atacados por los hermanos protestantes, pues realmente no viene de manera directa en las Sagradas escrituras este dogma. El fundamento bíblico sobre este dogma no esta explicito, pero un análisis lógico y detallado nos lleva a entender el dogma y poder fundamentarlo con las escrituras.


-En este artículo tocaré los siguientes puntos:


1.-DOCTRINA CATÓLICA SOBRE LA ASUNCIÓN DE MARIA


2.-FUNDAMENTO BÍBLICO.


3.-HISTORIA DEL DOGMA. PATRÍSTICA Y CELEBRACIONES.



-Antes de entrar en el punto 1, es preciso recordar que este dogma responde al amor de Cristo hacia su madre, un hijo llora cuando una madre fallece, o cuando un padre fallece, Cristo él único hombre pudo elegir a su Madre, y ella la única mujer que se hizo esclava de Dios, siendo los dos unidad en el amor, no podía permitir Cristo que su Madre, se corrompiera en el sepulcro, la sangre de su sangre, la carne de su carne, no podía dejarla presa de la corrupción es pues el amor de Dios quien elevó a María a los cielos, recordemos para Dios nada es imposible, María fiel creyente en Dios, debía ser la primera cristiana en tener un cuerpo glorioso y una vida eterna al lado de su hijo, de su Esposo, y de su Padre.



1.-DOCTRINA CATÓLICA SOBRE LA ASUNCIÓN DE MARIA

El día 1 de noviembre de 1950, Pío Xll definía solemnemente un nuevo dogma de fe: «Pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado: que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste». MS, DS 3900-3904.





Asimismo el Concilio Ecuménico Vaticano II reiteró: «La Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo» LG, 59

El Catecismo de la Iglesia Católica se expresa con términos idénticos: «La Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial y enaltecida por Dios como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los Señores y vencedor del pecado y de la muerte. La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos». CEC 966

El sentido de la definición del dogma es claro: la Virgen María está no sólo con su alma, también con su cuerpo resucitado, junto a su Hijo, en el Cielo. Como sucede con el misterio de la Inmaculada, no se encuentra en la Sagrada Escritura una afirmación explícita de esta verdad, pero, la Bula Munificentissimus Deus enseña que «todas las razones y consideraciones de los Santos Padres y de los teólogos [sobre la Asunción] se apoyan como último fundamento en la Sagrada Escritura».

En Mariología la palabra asunción tiene un significado exclusivamente pasivo y se dice sólo de María, que es la asunta; Dios es el asumente. María fue asumpta por virtud de Dios, mientras que la humanidad de Cristo fue elevada al Cielo por la propia virtud de Cristo (-Dios).

El elemento esencial y primario de la Asunción sobre el que se pronunció solemnemente Pío Xll y enseñó como objeto de revelación divina no es otro que la glorificación celeste del cuerpo de Santa María. La Santísima Virgen, desde que terminó el curso de su vida en este mundo, está en el Cielo en cuerpo y alma, con todas las dotes propias del alma bienaventurada y del cuerpo glorioso. Por tanto, la Asunción de María consiste formal y esencialmente en la glorificación celeste del cuerpo, tanto si la incorrupción y la inmortalidad le hubiesen sobrevenido sin una muerte previa, como si le hubieran acontecido después de la muerte mediante la resurrección.

El Papa Pío Xll quiso prescindir de la cuestión sobre la muerte de María en la fórmula definitoria de la Asunción. Por ello la expresión «cumplido el curso de su vida terrena» es igualmente válida tanto si se entiende que el término de la vida terrenal de la Virgen fue la muerte, cuanto si se piensa que fue la glorificación del cuerpo mediante la definitiva donación de la inmortalidad gloriosa sin pasar por la muerte. No obstante a lo largo de la Bula aparece repetidas veces el tema de la muerte de María.

Pío XII, que no recoge en la Bula ningún documento apócrifo, ofrece una serie de testimonios que la afirman positivamente. Así, por ejemplo, hablando del consentimiento unánime de la Iglesia en favor de la Asunción, afirma que los fieles «no encontraron dificultad en que María muriese, como murió su Hijo; pero esto no les impidió creer y profesar abiertamente que no estuvo sujeta a la corrupción del sepulcro». Pío XII descubre la misma creencia en la liturgia: «Señor, es dignísima de veneración para nosotros la festividad del presente día, cuando la Madre de Dios sufrió la muerte temporal, pero sin que quedase presa de la muerte Aquella que había engendrado a tu Hijo y Señor nuestro encarnado en Ella» (Sacramentario Gregoriano). Al tratar de los Santos Padres y grandes Doctores, el Papa sintetiza sus enseñanzas diciendo cómo, según ellos, «el objeto de la fiesta (de la Asunción) no era solamente la incorrupción del cuerpo muerto de la bienaventurada Virgen María, sino también su triunfo sobre la muerte»; con lo cual se desautorizan las creencias de algunos apócrifos que imaginaron el cadáver de María trasladado incorrupto al paraíso.



De que Pío XII usase la frase «cumplido el curso de su vida terrena» en la misma fórmula definitoria, y precisamente para no definir si María murió o no, sería falso concluir que la fórmula definitoria favorece o la negación o la afirmación de la muerte de María. No se zanja la cuestión, más bien se deja en el estado en que se encontraba antes de la definición.



La admisión de la muerte prevalece hasta el siglo XIX, cuando Pío IX define el dogma de la Inmaculada. Entonces surgen multitud de peticiones en favor de la definición de la Asunción y los “inmortalistas” insisten en que, si María -como quedaba definido - no contrajo el pecado original, cuya pena es la muerte, no debía morir. Pero a esta razón, ciertamente poderosa, siguió oponiéndose la que insiste en la íntima asociación de la Madre de Dios con su Hijo, al extremo de seguir cada uno de sus pasos, incluido el de la muerte. Juan Pablo II lo resume así: «La Revelación presenta la muerte como castigo del pecado. Sin embargo el hecho de que la Iglesia proclame a María liberada del pecado original no lleva a concluir que ella recibiera también la inmortalidad corporal. La Madre no es superior a su Hijo, que asumió la muerte, dándole un nuevo significado y transformándola en instrumento de salvación. "Sin una muerte previa – se pregunta san Severo de Antioquia-, ¿cómo podría tener lugar la resurrección? El Nuevo Testamento no habla de la muerte de María, lo cual hace pensar que acaeció de modo natural, de lo contrario su noticia habría llegado hasta nosotros. Por eso san Francisco de Sales habla de la muerte de María como de un morir "en el amor, a causa del amor y por amor", afirmando que murió de amor por su hijo Jesús. Se puede decir que el paso de esta a la otra vida fue para María como una "dormición". Muchos Padres de la Iglesia presentan la muerte de María como un acto de amor que la llevó hasta su divino Hijo para compartir con él la vida inmortal. Así ella puede ejercer mejor su maternidad espiritual con quienes llegan a la hora suprema de la vida.»



En cualquier caso, queda claro que el cuerpo santísimo de la Madre de Dios no sufrió la más mínima corrupción y el tenor de la definición dogmática permite concluir con certeza que, si de hecho el alma de María se separó de su cuerpo, fue para reunirse prontamente con él. No es pues aventurado pensar la muerte de la Virgen ‑ del todo singular ‑ en términos de dulcísimo sueño o éxtasis inmediato a la Asunción. El amor de Dios por su Madre dispondría con su omnipotencia todos los detalles para que el tránsito de la que había ya «casi muerto» místicamente, en el Calvario, corredimiendo con Cristo, fuese exento de cualquier dolor y vivido con toda felicidad.



2.-FUNDAMENTO BÍBLICO DE LA ASUNCIÓN:



-A continuación daré los pasajes bíblicos en los que nos apoyamos para concluir tubo ser asunta al cielo en cuerpo y alma. Básicamente se pueden clasificar en 3 grupos:



1.-LA ENEMISTAD CON EL PECADO Y SU PREDESTINACIÓN.

2.-NO ES EL ÚNICO CASO DE ASUNCIÓN AL CIELO.

3.-EL ARCA DE LA NUEVA ALIANZA, ARCA ALIANZA ETERNA.




1.-ENEMISTAD CON EL PECADO Y SU PREDESTINACIÓN:


Desde el principio María fue predestinada para ser Madre de Dios y enemiga de Satanas:



Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tu su calcañar (Gén. 3, 15).

3:19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. Génesis 3:19


Esta enemistad con Satanas debía librarla de corromperse tal y como su hijo no se corrompió así ella tampoco debería hacerlo, pues era sangre de su sangre, carne de su carne:


16:10 Porque no dejarás mi alma en el Seol,
Ni permitirás que tu santo vea corrupción Salmo 16:10.



Este Salmo se aplíca a Cristo, y en él se nos enseña que Cristo no podía ver corrupción, si Cristo tenía el cuerpo de María, podemos entonces concluir, que también sirve para su madre, ya que ambos, eran sin pecado, ambos no debería pagar la consecuencia de este pecado, corromperse en el sepulcro.


El triunfo de Cristo sobre la serpiente, está integrado por una triple victoria: sobre el pecado, sobre la concupiscencia y sobre la muerte. Pero María está asociada a su linaje, es decir, a Cristo, en este triple triunfo, y por tanto María triunfó sobre el pecado por su inmaculada Concepción, sobre la concupiscencia por su maternidad virginal y sobre la muerte por su subida al cielo en cuerpo y alma. Además la inmunidad de María del Pecado original supone la inmunidad de las consecuencias del mismo pecado, y una de ellas es la corrupción del cuerpo y su separación del alma, por tanto cuerpo y alma perduran en la gloria.

De esta forma la Iglesía aplica a María y muchos santos padres lo hicierón los siguientes pasajes:

¿Qué es eso que sube del desierto,

cual columna de humo

sahumado de mirra y de incienso,

de todo polvo de aromas exóticos? (Cant. 3, 6).

¿Quién es ésta que surge cual la aurora,

bella como la luna,

refulgente como el sol,

imponente como batallones? (Cant. 6, 10).

Si nos fijamos, aquí nos habla del Sol, y en Apocalipsis 12:1 también es pues curioso e interesante esta coincidencia.

¿Quién es ésta que sube del desierto,

apoyada en su Amado? (Cant. 8, 5).

Al principio del artículo dije este dogma respondia al amor de Dios hacía su Madre, pues bien, he aquí el versículo que corroborá esta afirmación, María subió al Cielo, del desierto de este mundo, apoyada en su amado, y es que el amor de Dios es poder. Se podría pensar estos versículos no hablan de María, sino de los esposos, pero igual que la esposa y el esposo son uno en amor, María y Cristo también son uno en amor, y por tanto es lógico aplicar estos versículos a Cristo y su Madre, o es que el Señor no es el más amado de todos los hombres del mundo? Cierto alguno podría decir estos pasajes se aplican a la Iglesia y no a María, y es cierto también pueden aplicarse a la Iglesia, pero que versículo bíblico dice que solo puedan ser interpretados de una sola forma? María es madre de la Iglesia, es parte de ella, si la Iglesia sube apoyada en su amado, con más razón María puede subir.



Mateo 27:52, "Y se abrieron los sepulcros, y muchos santos que habían muerto resucitaron";



¿Cuál es el problema en visualizar a la Madre de DIOS resucitando también?
Tomando en cuenta su "posición única" en las Escrituras, ¿no está ella en una posición más elevada que los otros santos?



Así podemos concluir que:

1)María es enemiga de Satanas, enemiga del pecado, su linaje, Cristo también es enemigo del pecado. Cristo venció al pecado en la Cruz. Esta enemistad hace que el cuerpo de Cristo no se corrompa, de la misma forma, la enemistad de María con el pecado hace que su cuerpo no se corrompiera en el sepulcro.

2)Ya en el AT se prefigura como el amado, no dejaría en el desierto de este mundo a su madre, sino que apoyada en su poder, el amor, la subiría al cielo con él.

3)Porque si algunos resucitaron en Mateo 27:52, María no pudo hacerlo?



2.- NO ES EL ÚNICO CASO DE ASUNCIÓN EN LA BIBLIA:



2:9 Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.
2:10 El le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no, no.
2:11 Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.
2Reyes 2:9-11



5:24 Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios. Génesis 5:24


11:5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios Hebreos 11:5


"Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor".
1 Tes 4,17

Estos versículos indican que los cristianos viviendo en gracia de Dios y presencien la venida física de Jesucristo en los últimos tiempos, no morirán la muerte terrenal sino que pasarán directamente al cielo en cuerpo y alma para toda la eternidad.


11:11 Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron.
11:12 Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron.
Apocalipsis 11:11-12


Entonces si la biblia nos narra como persona han sido asuntas al cielo, y estas personas eran personas normales, como podemos pensar la “llena de Gracia” como Dios la llamo, la Madre del Señor, como el Espíritu Santo la nombró, haya conocido corrupción, no es más que estos estar llena de Gracia y ser la madre de Dios? Por eso mismo es por lo que ella también merecía ser asunta al cielo en cuerpo y alma.


La resurrección de Jesús da a luz la posibilidad de la resurrección universal (1 Corintios 15:13,16), y por eso se le llama los "primeros frutos" (1 Corintios 15:20-23). María es la "primicia", signo, y tipo de la resurrección general de toda la humanidad, por lo que representa el siglo venidero, en que la muerte y el pecado será conquistada una vez por todas (1 Corintios 15:26) La Asunción es, por tanto, el resultado directo de la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte.



3.-EL ARCA DE LA NUEVA ALIANZA, ARCA ALIANZA ETERNA.

Ya en otro artículo trate el tema de María arca de la alianza, pues bien en esta tercera parte me basaré en algo de ello para explicar la tercera parte de este dogma, el arca debía ser pura y no conocer corrupción y estar con Dios.

"Llevó el arca al interior del santuario, y colgó la cortina para resguardarla. De este modo protegió el arca del pacto, tal y como el Señor se lo había ordenado."Exodo 40:21


Lev 21, 23 "Pero no se acercará tras el velo, ni se acercará al altar, por cuanto hay defecto en él; para que no profane mi santuario, porque yo, Jehová, soy el que los santifico".


Aquí contemplamos dos cosas, el arca fue llevada al interior del Santuario y fue protegida por la cortina, tal como el Señor lo ordenó. Ahora en el segundo texto se nos dice que el santuario y altar de Dios no tiene mancha o defecto alguno es entonces un lugar santificado y puro.

Si eso paso con el arca del AT que fue colocada en un lugar puro y santo, por Dios, porque no pensar que pasó con el arca del NT que tubo ser llevada al lugar más santo y puro de todos, al lado de Dios?

Evidentemente, esta pregunta la sagrada escritura nos la responde:

¡Levántate, Yahvéh, hacia tu reposo,

y el arca de tu fuerza! (Sal. 132, 8).

Y se abrió el Santuario de Dios en el cielo, y apareció el arca de su alianza en el Santuario, y se produjeron relámpagos, fragor de truenos, temblor de tierra y fuerte granizada (Apoc. 11, 19).


La propia escritura nos dice el arca vuelve a ser colocada en el Santuario limpio y sin mancha el Santuario de Dios en el Cielo, esta arca es la que Juan ve, y asi la describe:


1 Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; Apocalipsis 12:1


Que observamos aquí, que primero en el libro del exodo se nos narra como el Arca fue llevada al Santuario de Dios, un santuario que según el Levítico debia ser sin defecto alguno, pues es el lugar donde se adoraba a Dios. Siguiendo esta pauta, el arca de la nueva alianza debe entonces recorrer el mismo camino, debe ser llevada junto con Cristo hacia su descanso, hacia el Santuario de Dios, un Santuario sin defecto, por tanto debe estar en el Cielo donde nada manchado entrará. Este arca que esta en el Santuario de Dios, es la Mujer, María Santísima según Apocalipsis 12:1.

Hemos visto en Cantares 6:10 que nos dice “refulgente como el sol,” y en Apocalipsis 12:1 se dice “Vestida de Sol”. Es pues lógico pensar que ambos pasajes se refieran a la misma persona, esta es la Santísima Virgen Maria.

El evangelio en griego, en Apocalipsis 12:1 es así:

1και σημειον μεγα ωφθη εν τω ουρανω γυνη περιβεβλημενη τον ηλιον και η σεληνη υποκατω των ποδων αυτης και επι της κεφαλης αυτης στεφανος αστερων δωδεκα

Apocalipsis 12:1

En el libro de Apocalipsis, el versículo 12:1 es conectado al 11:19 con la conjunción "y". En el texto Griego (el libro de Apocalipsis fué redactado en Griego por San Juan), la primera palabra del versículo 12:1 es "kai" que quiere decir "y". Es importante que mencionemos el texto Griego aquí porque algunas Biblias no incluyen la palabra "y", es por esta omisión que se puede romper la relación entre los dos versículos, interrumpiendo la continuidad del significado. Debe considerarse que la Biblia no siempre fue dividida en capítulos y versículos como la vemos hoy en día. La división en capítulos inició hasta el siglo XIII, y los versículos comenzaron a aparecer en el el Antiguo Testamento durante el siglo XV y durante el siglo XVI en el Nuevo Testamento.

"Apareció en el Cielo una señal* maravillosa: una mujer revestida del Sol, con la Luna debajo de sus pies, y con una corona de doce estrellas en la cabeza."


La palabra Griega usada aquí para la palabra señal es shmeionh (say-mi'-on) que quiere decir:
1. Una señal, marca, signo, milagro, o maravilla.
2. Eso por lo cual una persona o cosa se distingue de otras y es reconocida.
3. Una señal, prodigio, presagio, una ocurrencia distintiva, excediendo el curso normal de la naturaleza.
4. De signos presagiando notables eventos a ocurrir.
5. De milagros y maravillas con las cuales Dios autenticará los hombres enviados por Él, o por la cual hombres probarán que la causa por la que ruegan es de Dios.
6. Semeion (say-mi'-on) es la misma palabra Griega que es usada tres veces en Lucas 11:29, dónde Jesús dijo que "esta generación malvada pide una señal", un milagro de alguna clase.
7. Comparen Isaías 7:14, "Por eso, el Señor mismo les dará una señal. He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel." Que una virgen conciba es verdaderamente un milagro como igualmente es la misma mujer que se ve en el cielo y revestida por el sol.
8. Lea acerca de otros muchos signos milagrosos en Marcos 16:16-18

En todo el capítulo 12 de Apocalipsis, encontramos 4 personas mencionadas. Hay una mujer, un dragón, un varón niño, y alguien mencionado por nombre, Miguel.
Obviamente que el dragón es Satanás, la antigua serpiente, Apocalipsis 12:9.
Es obvio que Miguel es un ángel, el arcángel Miguel, Apocalipsis 12:7.
Igualmente es obvio que el niño varón es Jesucristo, Apocalipsis 12:5.
Como tres de los cuatro en el capítulo han sido identificados, entonces la mujer también debe ser identificada, como la que dió a luz a Jesucristo, Apocalipsis 12:4-5.


Ella es la Bendita Virgen María.
El "Gran Signo" es la Bendita Virgen María.
Existen muchas variaciones de interpretación del libro de Apocalipsis, así que seguramente, la mujer en el capítulo 12 puede ser vista también como una figura de la Iglesia.
Una
corona en su cabeza es una señal representativa de una Reina.
Las reinas en el Antiguo Testamento eran las madres de los reyes, y no las esposas, por lo que, la madre del Rey de Reyes, María, es también la Reina del Rey de Reyes.
Doce estrellas nos recuerdan a los doce Apóstoles, e igualmente a las 12 tribus de Judá.
Esta imágen de una mujer cubierta por el sol y una luna debajo de sus pies, es perfectamente igual a la imágen milagrosa de la Virgen de Guadalupe tal como apareció en el 1531 en lo que es hoy la ciudad de México. La mujer mencionada en Apocalipsis 12:1 es la mujer de Génesis 3:15, y de Juan 2:4, y de Juan 19:26. Ella es la mujer en el primer libro de la Biblia, y la mujer en el último libro de la Biblia, y la mujer de por medio.

El Libro de Apocalipsis habla de almas y espíritus como si estuvieran en el cielo (Apoc 1:4,6:9,20:4), pero en el versículo 12:1, éste no especifica el alma o espíritu de una mujer que fué vista, ¿verdad? No, dice una mujer. La palabra Griega usada describiendo a una mujer aquí es gune(γυνή) que quiere decir una mujer. Si usted busca la definición de la palabra "mujer" en el diccionario, podrá ver como es definida, "una persona femenina adulta". Un ser humano tiene cuerpo, alma, y espíritu (1Tes 5:3). Almas y espíritus tienen un género neutral, así que debido a que San Juan vio a una mujer demuestra que un género debe ser añadido a la ecuación, y el género solo puede venir del cuerpo. Por tanto, lo que San Juan vió en el cielo fué una persona femenina adulta, y esa persona tenía que tener un cuerpo, un alma y un espíritu.

3.-HISTORIA DEL DOGMA. PATRÍSTICA Y CELEBRACIONES.

El primer testimonio de la fe en la Asunción de la Virgen aparece en los relatos apócrifos, titulados «Transitus Mariae», cuyo núcleo originario se remonta a los siglos II-III. Se trata de representaciones populares, a veces noveladas, pero que en este caso reflejan una intuición de fe del pueblo de Dios.

Los únicos textos que merecerían considerarse son los de San Epifanio y Timoteo de Jerusalén. Son los que dudan y niegan la muerte de María. San Epifanio dice: "Nadie sabe cual haya sido el fin el fin terrenal de la Madre de Dios ". Timoteo afirma la tradición de la inmortalidad de María en la Iglesia de Jerusalén en los s. V-IV. En Jacobo de Sarug (451-421) no se halla duda sobre el hecho de la muerte. Severiano de Gávala, como otros Padres contemporáneos, cree que la madre de Dios murió como todos. Lo mismo San Agustín.

El llamado pseudo Atanasio, dice en el año 373: “Está la Reina, junto a su Hijo Rey,

vestida con vestido dorado, es decir de incorrupción y de inmortalidad...”

San Epifanio fue considerado el primer teólogo de la Asunción, no por haberla expuesto

propiamente sino porque tuvo la intuición del misterio.

Velada la tradición primitiva sobre el tránsito de la Virgen, por los inescrutables secretos

de Dios, por el razonamiento teológico, y la consideración de la incomparable dignidad de la

Madre de Dios, se llega al siglo VII con testimonios explícitos de la tradición sobre la Asunción,

tal como hoy lo creemos.

La carta de Dionisio el Egipcio o el Místico a Tito, Obispo de Creta , que data de fines del Siglo III a mediados del Siglo IV, y publicada por primera vez en alemán por el Dr. Weter de la Facultad de Tubinga en 1887. Escrita en el año 363, es absolutamente auténtica.

Este documento histórico es importantísimo para conocer cuál era la tradición en Jerusalén acerca de la Asunción de María, pues es lo más próximo que se conoce a la tradición de los mismos testigos presenciales del hecho, es decir, los Apóstoles. Dice así:

Debes saber, ¡oh noble Tito!, según tus sentimientos fraternales, que al tiempo en que María debía pasar de este mundo al otro, es a saber a la Jerusalén Celestial, para no volver jamás, conforme a los deseos y vivas aspiraciones del hombre interior, y entrar en las tiendas de la Jerusalén superior, entonces, según el aviso recibido de las alturas de la gran luz, en conformidad con la santa voluntad del orden divino, las turbas de los santos Apóstoles se juntaron en un abrir y cerrar de ojos, de todos los puntos en que tenían la misión de predicar el Evangelio. Súbitamente se encontraron reunidos alrededor del cuerpo todo glorioso y virginal. Allí figuraron como doce rayos luminosos del Colegio Apostólico. Y mientras los fieles permanecían alrededor, Ella se despidió de todos, la augusta (Virgen) que, arrastrada por el ardor de sus deseos, elevó a la vez que sus plegarias, sus manos todas santas y puras hacia Dios, dirigiendo sus miradas, acompañadas de vehementes suspiros y aspiraciones a la luz, hacia Aquél que nació de su seno, Nuestro Señor, su Hijo. Ella entregó su alma toda santa, semejante a las esencias de buen olor y la encomendó en las manos del Señor. Así es como, adornada de gracias, fue elevada a la región de los Ángeles, y enviada a la vida inmutable del mundo sobrenatural.

“Al punto, en medio de gemidos mezclados de llantos y lágrimas, en medio de la alegría inefable y llena de esperanza que se apoderó de los Apóstoles y de todos los fieles presentes, se dispuso piadosamente, tal y como convenía hacerlo con la difunta, el cuerpo que en vida fue elevado sobre toda ley de la naturaleza, el cuerpo que recibió a Dios, el cuerpo espiritualizado, y se le adornó con flores en medio de cantos instructivos y de discursos brillantes y piadosos, como las circunstancias lo exigían. Los Apóstoles inflamados enteramente en amor de Dios, y en cierto modo, arrebatados en éxtasis, lo cargaron cuidadosamente sobre sus brazos, como a la Madre de la Luz, según la orden de las alturas del Salvador de todos. Lo depositaron en el lugar destinado para la sepultura, en el lugar llamado Getsemaní.

“Durante tres días seguidos, ellos oyeron sobre aquel lugar los aires armoniosos de la salmodia, ejecutada por voces angélicas, que extasiaban a los que las escuchaban; después nada más.

“Eso supuesto para confirmación de lo que había sucedido, ocurrió que faltaba uno de los santos Apóstoles al tiempo de su reunión. Este llegó más tarde y obligó a los Apóstoles que le enseñasen de una manera palpable y al descubierto el precioso tesoro, es decir, el mismo cuerpo que encerró al Señor. Ellos se vieron, por consiguiente, obligados a satisfacer el ardiente deseo de su hermano. Pero cuando abrieron el sepulcro que había contenido el cuerpo sagrado, lo encontraron vacío y sin los restos mortales. Aunque tristes y desconsolados, pudieron comprender que, después de terminados los cantos celestiales, había sido arrebatado el santo cuerpo por las potestades etéreas, después de estar preparado sobrenaturalmente para la mansión celestial de la luz y de la gloria oculto a este mundo visible y carnal, en Jesucristo Nuestro Señor, a quien sea gloria y honor por los siglos de los siglos. Amén
”.

Epifanio:

“Ni si ella a muerto, ni si ha sido sepultada o no lo ha sido…La Escritura ha conservado un absoluto silencio a causa de la grandeza del prodigio, para no herir con una excesiva admiración el espíritu de los hombres. En lo que a mi respecta, no me atrevo a hablar”
Epifanio, Panarion haer. 78,10-11: PG 42,716

"Si la Virgen había muerto y sepultado, su conciliar el sueño habría sido rodeado de honor, la muerte habría encontrado su puro, y su corona habría sido una virgen ... Si hubiera sido mártir de acuerdo a lo que está escrito: «alma tu propio una espada te atravesará, luego brillaría gloriosamente entre los mártires, y su santo cuerpo habría sido declarado beato, pues por ella, hizo venir a la luz del mundo".
Epifanio, Panarion, 78:23 (AD 377), en PG 42:737

PSEUDO AGUSTIN:

En Occidente, aunque hubo oposición al Transitus Mariae (uno en contra en una carta del Pseudo Jerónimo y uno a favor en una carta del Pseudo Agustín) también hubo aceptación de la esta doctrina. Se le atribuyó a Agustín una obra de título “De assumptione Beatae Mariae Virginia” en donde se afirmaba que María no compartió la maldición de Eva, dio a luz sin dolor quedando intacta. Conoció la muerte pero no fue su prisionera. Afirmaba que si podía el Señor preservar intacta su virginidad ¿Cómo no iba a poder conservar intacto su cuerpo de la corrupción?. Si la carne de Cristo es la de María y si un hijo tiene que honrar a su madre, si el Señor oró para que sus discípulos estuvieran allí donde él estaría ¿Cómo no iba a asumir en cuerpo y alma al cielo a su madre?.

“Tengo miedo de afirmar que el cuerpo santísimo del cual Cristo tomó su carne…haya tenido la misma suerte que todos los demàs”
Pseudo Agustín. De assumptione Beatae Mariae Virginia: PL 40,1142ss


Por consiguiente habría que concluir que Maria está en Cristo y junto a Cristo. Aquel que n opermitiría que ni un cabello de la cabeza de sus santos caiga sin su permiso, ¿no iba a conservar íntegro el cuerpo y el alma de su madre? Si pudo preservar a Daniel de los leones ¿No iba a preservar a la Santisima Virgen Maria?

SAN GERMAN

“Tu eres bella y tu cuerpo virginal es totalmente santo, casto, morada de Dios. Por este motivo está exento de la disolución en el polvo. Como cuerpo humano fue transformado hasta la vida excelsa de la incorruptibilidad. Está vivo; es superglorios, lleno de vida e inmortal” German de Constantinopla, Mom. In dorm. I: PG 98;345.

San Germán utilizaba un argumento teológico muy poderoso, basado en el principio de conveniencia. Bajo este principio habría sido imposible que la morada de Dios, el templo vivo de la santísima divinidad del Unigénito fuera presa de la muerte en la tumba.




San Gregorio de Tours

"Los apóstoles se repartieron por diferentes países
para predicar la palabra de Dios. Más tarde, la bienaventurada
María llegó al fin de su vida y fue llamada a salir
de este mundo. Entonces, todos los apóstoles vinieron a
reunirse en la casa de María y, al saber que debía salir de
este mundo, permanecieron todos juntos velando. De repente,
el Señor apareció con sus ángeles, cogió su alma, se
la entregó a Miguel, el arcángel, y desapareció. Al amanecer,
los apóstoles tomaron el cuerpo, lo pusieron sobre una
camilla y lo colocaron en una tumba, velándolo mientras
esperaban la venida del Señor. Y, de nuevo, se presentó el
Señor, de repente, y mandó que el santo cuerpo fuera levantado
y llevado al paraíso sobre una nube. Allí, reunido
con su alma, se llena de gozo con los elegidos de Dios y
disfruta de las bendiciones de la eternidad, que nunca terminarán
."

Gregorio de Tours, ocho libros de los Milagros, 1:4 (entre 575-593 dC), en JUR, III: 306

SAN MODESTO DE JERUSALEM:

." "Como la Madre más gloriosa de Cristo, nuestro Salvador y Dios y el dador de la vida y la inmortalidad, se ha dotado a la vida por él, que ha recibido una incorruptibilidad eterna del cuerpo, junto con él que ha levantaron de la tumba y la ha llevado hasta a sí mismo de un modo conocido sólo por él ".
Modestus of Jerusalem,Encomium in dormitionnem Sanctissimae Dominae nostrae Deiparae semperque Virginis Mariae(PG 86-II,3306),(ante AD 634) from Munificentis simus Deus

THEOTEKNOS DE LIVIAS:

"Es oportuno ... que el santísimo cuerpo de María, Dios, teniendo el cuerpo, receptáculo de Dios, divinizada, incorruptible, iluminado por la gracia divina y la gloria ... debe encomendarse a la tierra por un poco de tiempo y elevada al cielo en la gloria, con su alma agradable a Dios. "

Theoteknos de Livias, Homilía en la Asunción (ante AD 650), en Theo, 57

SAN ANDRES DE CRETA:

“Se vio un espectáculo verdaderamente nuevo y superior a nuestros

humanos pensamientos. Una mujer, superior a los cielos en pureza, franqueando el

umbral del santuario celestial, una virgen que supera a los Serafines por la

maravilla de su Maternidad Divina y avanzando hasta su primer Ser, hasta Dios

creador de todas las cosas; una Madre que ha dado a luz a la misma vida y coronada su vida terrestre con un fin en armonía con su alumbramiento y el prodigio es a su vez digno de Dios, digno de fe. En efecto, si el seno de la madre ignoró toda lesión, la carne de muerte escapó a la destrucción”.

San Juan Damasceno

Doctor de la Iglesia. Es un sermón por él predicado en la Basílica de la Asunción en Jerusalén, por el año 754, ante varios Obispos y muchos Sacerdotes y fieles:

“Ahí tenéis con qué palabras nos habla este glorioso sepulcro. Que tales cosas hayan sucedido así, lo sabemos por la “Historia Eutiquiana”, que en su Libro II, capítulo 40, escribe:

`Dijimos anteriormente cómo Santa Pulqueria edificó muchas Iglesias en la ciudad de Constantinopla. Una de éstas fue la de las Blanquernas, en los primeros años del Imperio de Marciano. Habiendo, pues, construído el venerable templo en honor de la benditísima y siempre Virgen María, Madre de Dios ... buscaban diligentemente los Emperadores llevar allí el sagrado cuerpo de la que había llevado en su seno al Todopoderoso, y llamando a Juvenal, Arzobispo de Constantinopla, le pidieron las sagradas reliquias'.

“Juvenal contestó en estos términos: `Aunque nada nos dicen las Sagradas Escrituras de lo que ocurrió en la muerte de la Madre de Dios, sin embargo nos consta por la antigua y verídica narración que los Apóstoles, esparcidos por el mundo por la salud de los pueblos, se reunieron milagrosamente en Jerusalén, para asistir a la muerte de la Santísima Virgen.'

La Historia Eutiquiana nos dice luego, que los Apóstoles, después de la sepultura de la Virgen, oyeron durante tres días los coros angélicos; después nada más. Ahora bien, como Santo Tomás llegó tarde, abrieron la tumba y debieron comprobar que no estaba allí el sagrado cuerpo. Repuestos de su estupor, no acertaron los Apóstoles a inferir otra cosa, sino que Aquél que le plugo nacer de María, conservándola en su inviolable virginidad, se complació también en preservar su cuerpo virginal de la corrupción y en admitirlo en el Cielo antes de la resurrección general'

“Oído este relato, Marciano y Pulqueria pidieron a Juvenal que les enviase el ataúd y los lienzos de la gloriosa y santísima Madre de Dios, todo cuidadosamente sellado. Y, habiéndolos recibido, los depositaron en la dicha Iglesia de la Madre de Dios en las Blanquernas. Y es así como sucedió todo esto”.

Nos dice el Padre Cardoso que esta “Historia Eutiquiana”, de la que tomó San Juan Damasceno el relato, se cree por los Padres Bolandistas, que data de San Eutiquio, contemporáneo y amigo de San Juvenal, el cual ocupó la sede de Jerusalén del año 418 al 458. El relato de San Juvenal es considerado como absolutamente histórico y nos dice que la Iglesia Católica lo ha incluido en el Breviario (Liturgia de las Horas).

San Juan Damasceno (726)

Madre de la gloria
(Homilía 2 en la dormición de la Virgen Marta, 2 y 14)
ASUNCIÓN/DAMASCENO


Hoy es introducida en las regiones sublimes y presentada en el
templo celestial la única y santa Virgen, la que con tanto afán
cultivó la virginidad, que llegó a poseerla en el mismo grado que el
fuego más puro. Pues mientras todas las mujeres la pierden al dar
a luz, Ella permaneció virgen antes del parto, en el parto y después
del parto.

Hoy el arca viva y sagrada del Dios viviente, la que llevó en su
seno a su propio Artífice, descansa en el templo del Señor, templo
no edificado por manos humanas. Danza David, abuelo suyo y
antepasado de Dios, y con él forman coro los ángeles, aplauden
los Arcángeles, celebran las Virtudes, exultan los Principados, las
Dominaciones se deleitan, se alegran las Potestades, hacen fiesta
los Tronos, los Querubines cantan laúdes y pregonan su gloria los
Serafines. Y no un honor de poca monta, pues glorifican a la
Madre de la gloria.

Hoy la sacratísima paloma, el alma sencilla e inocente
consagrada al Espíritu Santo, salió volando del arca, es decir, del
cuerpo que había engendrado a Dios y le había dado la vida, para
hallar descanso a sus pies; y habiendo llegado al mundo inteligible,
fijó su sede en la tierra de la suprema herencia, aquella tierra que
no está sujeta a ninguna suciedad.

Hoy el Cielo da entrada al Paraíso espiritual del nuevo Adán, en
el que se nos libra de la condena, es plantado el árbol de la vida y
cubierta nuestra desnudez. Ya no estamos carentes de vestidos, ni
privados del resplandor de la imagen divina, ni despojados de la
copiosa gracia del Espíritu. Ya no nos lamentamos de la antigua
desnudez, diciendo: me han quitado mi túnica, ¿cómo podré
ponérmela? (Cant 5, 3). En el primer Paraíso estuvo abierta la
entrada a la serpiente, mientras que nosotros, por haber
ambicionado la falsa divinidad que nos prometía, fuimos
comparados con los jumentos (cfr. Sal 48, 13). Pero el mismo Hijo
Unigénito de Dios, que es Dios consustancial al Padre, se hizo
hombre tomando origen de esta tierra purísima que es la Virgen.
De este modo, siendo yo un puro hombre, he recibido la divinidad;
siendo mortal, fui revestido de inmortalidad y me despojé de la
túnica de piel. Rechazando la corrupción me he revestido de
incorrupción, gracias a la divinización que he recibido.

Hoy la Virgen inmaculada, que no ha conocido ninguna de las
culpas terrenas, sino que se ha alimentado de los pensamientos
celestiales, no ha vuelto a la tierra; como Ella era un cielo viviente,
se encuentra en los tabernáculos celestiales. En efecto, ¿quién
faltaría a la verdad llamándola cielo?; al menos se puede decir,
comprendiendo bien lo que se quiere significar, que es superior a
los cielos por sus incomparables privilegios. Pues quien fabricó y
conserva los cielos, el Artífice de todas las cosas creadas —tanto
de las terrenas como de las celestiales, caigan o no bajo nuestra
mirada—, Aquél que en ningún lugar es contenido, se encarnó y
se hizo niño en Ella sin obra de varón, y la transformó en
hermosísimo tabernáculo de esa única divinidad que abarca todas
las cosas, totalmente recogido en María sin sufrir pasión alguna, y
permaneciendo al mismo tiempo totalmente fuera, pues no puede
ser comprendido.

Hoy la Virgen, el tesoro de la vida, el abismo de la gracia—no sé
de qué modo expresarlo con mis labios audaces y
temblorosos—nos es escondida por una muerte vivificante. Ella,
que ha engendrado al destructor de la muerte, la ve acercarse sin
temor, si es que está permitido llamar muerte a esta partida
luminosa, llena de vida y santidad. Pues la que ha dado la
verdadera Vida al mundo, ¿cómo puede someterse a la muerte?
Pero Ella ha obedecido la ley impuesta por el Señor1 y, como hija
de Adán, sufre la sentencia pronunciada contra el padre. Su Hijo,
que es la misma Vida, no la ha rehusado, y por tanto es justo que
suceda lo mismo a la Madre del Dios vivo. Mas habiendo dicho
Dios, refiriéndose al primer hombre: no sea que extienda ahora su
mano al árbol de la vida y, comiendo de él, viva para siempre (Gn
3, 22), ¿cómo no habrá de vivir eternamente la que engendró al
que es la Vida sempiterna e inacabable, aquella Vida que no tuvo
inicio ni tendrá fin?

(...) Si el cuerpo santo e incorruptible que Dios, en Ella, había
unido a su persona, ha resucitado del sepulcro al tercer día, es
justo que también su Madre fuese tomada del sepulcro y se
reuniera con su Hijo. Es justo que así como Él había descendido
hacia Ella, Ella fuera elevada a un tabernáculo más alto y más
precioso, al mismo cielo.

Convenía que la que había dado asilo en su seno al Verbo de
Dios, fuera colocada en las divinas moradas de su Hijo; y así como
el Señor dijo que El quería estar en compañía de los que
pertenecían a su Padre, convenía que la Madre habitase en el
palacio de su Hijo, en la morada del Señor, en los atrios de la casa
de nuestro Dios. Pues si allí está la habitación de todos los que
viven en la alegría, ¿en donde habría de encontrarse quien es
Causa de nuestra alegría?

Convenía que el cuerpo de la que había guardado una
virginidad sin mancha en el alumbramiento, fuera también
conservado poco después de la muerte.

Convenía que la que había llevado en su regazo al Creador
hecho niño habitase en los tabernáculos divinos.

Convenía que la Esposa elegido por el Padre, viviese en la
morada del Cielo.

Convenía que la que contempló a su Hijo en la Cruz, y tuvo su
corazón traspasado por el puñal del dolor que no la había herido
en el parto, le contemplase, a El mismo, sentado a la derecha del
Padre.

Convenía, en fin, que la Madre de Dios poseyese todo lo que
poseía el Hijo, y fuese honrada por todas las criaturas.

La Asunción en las distintas Iglesias

1.1- La Iglesia asiria (o Siro-oriental de Persia), la Iglesia malabar de la India y la de rito caldeo, aunque no aceptan el título de Madre de Dios, la exaltan en el cielo, cuya fiesta celebran el 15 de agosto.


1.2- La Iglesia armenia. , Para ellos María es llena de gracia, santa Madre de Dios y asunta al Cielo.



1.3- La Iglesia copta de Egipto,. Sostienen que su cuerpo no se corrompió. Celebran la asunción el 22 de agosto.



1.4- La Iglesia etiópica de Abisinia. , Creen y celebran la glorificación de su cuerpo y la bienaventuranza de María después de su muerte.

1.5- La Iglesia ortodoxa bizantina. , Celebran la Dormición el 15 de agosto.



Esto último nos debe llamar la atención: no es solo lo que predica la Iglesia de Roma. Todo el cristianismo antiguo, sin ninguna influencia de Roma, conservó la misma creencia: Iglesias distantes unas de otras, con lenguas diferentes, y muchas con evolución litúrgica diferente a la Iglesia Romana, conservan la misma creencia.

La Iglesia de Etiopía permaneció aislada del cristianismo por siglos….y hasta ella conservar la misma Fe.


¿Cómo pueden explicar, los que niegan esa verdad, ese fenómeno??? ¿Cómo es posible que Iglesias tan distantes entre sí y sin ninguna influencia de Roma crean lo mismo que cree Roma??

El relato siempre es el mismo: María "se durmió" fue sepultada por los Apóstoles. Tomás no llegó a tiempo al entierro, y cuando llegó, pidió ver el sepulcro de la Virgen Madre. Al llegar todos al sepulcro, no encontraron el cuerpo, el sepulcro estaba vacío, de donde todos comprendieron que había sido llevada al lado de su Hijo.

La historio es cierta, pues como más arriba mencioné, es creída por todas las Iglesias antiguas, muchas de ellas, sin contacto entre sí, como es el caso de la Iglesia Etíope. Es de suponer que los Apóstoles narraron el hecho al pueblo, y éste lo conservó como una bella tradición oral.

Los íconos de arriba, todos tienen esa constante: el cuerpo virginal de la Señora duerme tranquilamente, rodeada de los Apóstoles: al centro está Cristo, con una niña en sus brazos. Esta niña es el alma Purísima de María, que al dormir, fue recogida por Cristo mismo mientras llegaba el tiempo de la Asunción, breve tiempo después.


Datos antiguos de la celebración de la fiesta de la Dormición o Asunción:

De acuerdo a la vida de San Teodosio (m. 529) se celebraba en Palestina antes del año 500, probablemente en Agosto (Baeumer, Brevier, 185). En Egipto y Arabia, por otra parte, se mantuvo en Enero, y dado que los monjes de las Galias adoptaron muchos usos de los monjes egipcios (Baeumer, Brevier, 163), hallamos esta fiesta en las Galias en el siglo sexto, en Enero [mediante mense undecimo (Greg. Turon., De gloria mart., I, ix)]. La Liturgia Gala la fija el 18 de Enero, bajo el título: Depositio, Assumptio, or Festivitas S. Mariae (confrontar las notas de Jean Mabillon en la Liturgia Gala, P. L., LXXII, 180). Esta costumbre permaneció en la Iglesia de las Galias hasta el momento de la introducción del Rito Romano. En la Iglesia Griega, parece que algunos mantuvieron la fiesta en Enero, como los monjes egipcios; otros en Agosto, con aquellos de Palestina; por lo cual el Emperador Mauricio (m. 602), si es correcto el relato de "Liber Pontificalis"(II, 508), fijó la fiesta para el Imperio Griego el 15 de Agosto.

Dios les Bendiga.


Fuentes:


www.foroscatholic.net


www.apologeticacatolica.org

INTRODUCCION A LA MARIOLOGIA.

www.socrates58blogspot.com

http://www.bringyou.to/apologetics/apolog.htm

http://www.cin.org/users/jgallegos/contents.htm

LOS DOGMAS MARIANOS.

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